Los hinchas de Nacional y Peñarol están contentos y esperanzados. La semana pasada, los aurinegros le metieron cuatro goles al meritorio equipo de El Tanque Sisley; ayer a la noche, Nacional también le ganó por goleada al meritorio El Tanque Sisley. Los hinchas de Nacional y Peñarol tienen esperanza de que sus equipos triunfen en la Copa Libertadores; le quedan a ambos dos partidos de local y están obligados a ganarlos. ¿Pero la esperanza del hincha está basada en algo más que la pasión?
No. Los jugadores de El Tanque llegaron al Parque Central en sus autos particulares; sin haber entrenado los dos días previos al partido a modo de protesta por salarios impagos. ¿Son estos equipos la vara adecuada para medir el nivel de juego de los “grandes” uruguayos?
No. Pasemos a los hechos: Peñarol salió tres veces del país para jugar por la Copa; en dos de tres partidos se vino con la canasta llena. Nacional pasó vergüenza en México contra el América y no hizo valer la localía al perder en el Parque contra Argentinos Juniors.
Fuente: historiayfutbol.obolog.com |
Nacional campeón de América con Marcelo Gallardo como figura principal no me cierra. Tampoco imagino a Peñarol levantando la Copa Libertadores con Antonio Pacheco como capitán y figura. Y está fuera de duda la trayectoria que ambos jugadores tuvieron. Y allí mismo está el punto de inflexión: tuvieron. Siguen marcando diferencia a nivel local -contra El Tanque y compañía- pero no a nivel internacional. Allá trabajan diferente: los buenos equipos cuentan con jugadores de calidad y en plenitud. Acá se conforman con la calidad y se olvidan de la vigencia y de la fortaleza física, vitales a la hora de conseguir logros importantes.
Fuente: lavozdenacional.com |
En 1989 Nacional conseguía lo que, hasta ahora, iba a ser su última victoria a nivel internacional; los tricolores levantaban en el Centenario la Copa Interamericana, en un ciclo en el cual también ganaron la Libertadores y la Intercontinental un año atrás. La épica victoria de Peñarol en 1987 en Santiago de Chile, donde los carboneros consiguieron su quinta Copa Libertadores también iba a ser la última sonrisa de los mirasoles. Decía Nacional y decía Ostolaza, Hugo de León, Daniel Fonseca. Decía Peñarol y los nombres Obdulio Trasante, Perdomo, Diego Aguirre aparecían en mi mente ganando cosas importantes. Todos jugadores de trayectoria distinguida, todos en su auge futbolístico. Todos listos para ganar.
Hasta no dar un salto de calidad, no volveremos a ver a un equipo uruguayo en lo más alto del contexto internacional. ¿Cómo traer jugadores de calidad y con vigencia? No lo sé. Si sé que para ganar eso es lo mínimo que se necesita. Los dirigentes de Peñarol y Nacional están obligados a encontrarle la vuelta a este problema. Están obligados a darse cuenta que ganar acá no es suficiente para ganar allá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario