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Foto: www.mundialensudafrica.com |
Me enteré que el “Gordo” Reyes fue el primer hincha del fútbol uruguayo. Encargado de reparar e inflar las pelotas con las que jugaba el Club Nacional de Football, el hombre firmaba siempre el presente en los partidos de los tricolores. A lo largo y a lo ancho del partido se dedicaba a alentar a su cuadro. Esto llamaba la atención de los visitantes que preguntaban quién era ese individuo. “Es el hincha pelotas de Nacional” contestaban. Me contaron que así surgió este término, hoy universal.
Luego de este primer hincha, surgieron los otros. Todos unidos por su pasión por el fútbol pero con características, cualidades y manías diferentes.
Es infaltable el veterano con la radio a todo volumen, una especie representativa de este hábitat. Estos señores fueron prácticamente criados por las viejas emisoras, y suelen coincidir con otra raza: la de los del termo y el mate. Aclaro que se los puede ver cruzados: radio, termo, mate. O por separado.
El que va con la bandera colgada en la espalda cual capa también es un fiel representante del hincha uruguayo. Aunque hoy en día, es una especie en extinción. ¿Por qué digo esto? Corren el peligro de que “no hinchas” del cuadro rival quieran robarle su estandarte luego de pegarle entre varios.
El tipo que va con la novia que no sabe absolutamente nada de fútbol es un prototipo recurrente. Si nos toca en una butaca cercana, escucharemos durante los 90 minutos una infinidad de preguntas tontas. Las novias no suelen tener filtro ni vergüenza para preguntar qué es el off side o de lanzar comentarios como “ese chiquito de medias largas me cae bien”. Totalmente innecesarios.
El padre de familia que lleva a sus hijitos también es un ejemplar distintivo de la platea. Los niños, demasiado chicos como para conservar la atención durante hora y media, corren de un lado para otro molestándote con la cornetita.
Todas estas especies de hinchas se localizan fácilmente en cualquier partido de fútbol. Sea de Nacional, sea de Peñarol. Es mentira eso de que sus hinchadas son distintas. Están compuestas por el mismo estilo de personas.
Explico brevemente: cada uno de nosotros tenemos un hincha espejo. En la vereda de enfrente seguramente vayamos a encontrar a alguien muy similar a nosotros. Físicamente, obvio. Pero también en cuanto a su manera de ser, de actuar. Probablemente con la misma pasión por su equipo que nosotros por el nuestro. Somos todos hinchas del fútbol uruguayo. En esencia, no hay colores que nos diferencien.