Craig Venter: vida artificial
La bacteria creada en los laboratorios del bioquímico estadounidense es una célula, con la particularidad de que no proviene de otra, sino que fue creada con ADN artificial.
Craig Venter logró -luego de 15 años de investigaciones- construir por primera vez un cromosoma sintético a partir de compuestos químicos en su laboratorio. Los cromosomas son los principales componentes de las células; portan los factores de la herencia y el genoma humano (en la especie humana hay en total 46 cromosomas). El procedimiento consistió en inyectar el cromosoma artificial en una célula ya existente; de esta manera, la célula toma al cromosoma como propio y modifica sus funciones y características naturales en base a él.
En declaraciones que realizó al periódico británico The Guardian, Venter aseguró que “es el primer organismo sintético que se ha fabricado jamás y lo afirmamos porque se deriva de un cromosoma totalmente artificial, fabricado con cuatro botellas de sustancias químicas en un sintetizador que arrancó con la información de un ordenador”. Por otro lado, otros idóneos en la materia aclaran que no han logrado realmente una célula artificial, ya que ésta no fue generada por completo a partir de elementos inertes. Se trata de un híbrido con la estructura natural de una bacteria y el material genético artificial añadido y adaptado a la misma.
De todas maneras, el proceso de Venter recién ha comenzado; el logro se limitó a la creación de la mínima unidad de vida, que se denominó Mycoplasma mycoides (bacteria natural en la que se inspira) JCVI-syn1.0. El nombre de la bacteria JCV refieren a las iniciales del investigador: John Craig Venter, y el 1.0 indica que es el primer modelo de la célula, por lo que se confía en continuar evolucionando. Según el científico, una bacteria artificial de este tipo podría convertir en hidrógeno un 10% de la energía solar. El bioquímico estadounidense afirma que la tecnología genética es capaz de multiplicar el rendimiento de un proceso natural 10.000 ó 100.000 veces.
Por otro lado, según publicó The Guardian, existen personas que no son tan optimistas respecto al reciente descubrimiento. Pat Mooney, director de un organismo internacional privado de control de las tecnologías cuestionó sus aplicaciones futuras. La biología sintética es un campo de actividad de alto riesgo, motivada por la búsqueda de beneficios. Declaró sus reparos sobre la creación de vida artificial al mismo tiempo que afirmó “que las formas de vida creadas en laboratorio pueden convertirse en armas biológicas y amenazar también la biodiversidad natural".
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